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miércoles, 22 de enero de 2014

La Maestría del Amor



Quiero contar una vieja historia sobre un hombre que no creía en el amor. 

Se trataba de una persona normal, como tú y como yo, pero lo que lo hacía especial era su manera de pensar: estaba convencido de que el amor no existía. Había acumulado mucha experiencia en su intento de encontrar el amor, por supuesto, y observado a la gente que tenía a su alrededor. Se había pasado buena parte de su vida intentando encontrar el amor y había acabado por descubrir que el amor no existía.

Dondequiera que fuese solía explicarle a la gente que el amor no era otra cosa que una invención de los poetas, una invención de las religiones que intentaban, de este modo, manipular la débil mente de los seres humanos para controlarlos y convertirlos en creyentes. Decía que el amor no era real y que, por esa razón, ningún ser humano lo encontraría jamás aun cuando lo buscase.
El hombre continuó hablando incansablemente de todas las razones por las cuales creía que el amor no existía y siguió diciendo: «Yo ya he pasado por todo eso. No volveré a permitir que nadie manipule mi mente y controle mi vida en nombre del amor». Sus argumentos eran bastante lógicos y convenció a mucha gente con sus palabras. El amor no existe.

Sin embargo, un día, este hombre salió a dar un paseo por un parque, donde se encontró, sentada en un banco, a una hermosa mujer que estaba llorando. Cuando advirtió su llanto, sintió curiosidad, se sentó a su lado y le preguntó si podía ayudarla. También le preguntó por qué lloraba. Puedes imaginar su sorpresa cuando ella le respondió que estaba llorando porque el amor no existía. Él dijo: «Esto es increíble: ¡una mujer que cree que el amor no existe!». Por supuesto, quiso saber más cosas de ella.
-¿Por qué dice que el amor no existe? -le preguntó.

-Bueno, es una larga historia -replicó ella-. Me casé cuando era muy joven, estaba muy enamorada, llena de ilusiones y tenía la esperanza de compartir mi vida con el que se convirtió en mi marido. Nos juramos fidelidad, respeto y honrarnos el uno al otro, y así creamos una familia. Pero, pronto, todo empezó a cambiar. Yo me convertí en la típica mujer consagrada al cuidado de los hijos y de la casa. Mi marido continuó progresando en su profesión y su éxito e imagen fuera del hogar se volvió para él en algo más importante que su propia familia. Me perdió el respeto y yo se lo perdí a él. Nos heríamos el uno al otro, y en un momento determinado, descubrí que no le quería y que él tampoco me quería a mí.
Pero los niños necesitaban un padre y esa fue la excusa que utilicé para continuar manteniendo la relación y apoyarle en todo. Ahora los niños han crecido y se han independizado. Ya no tengo ninguna excusa para seguir junto a él. Entre nosotros no hay respeto ni amabilidad. Sé que, aunque encontrase a otra persona, sería lo mismo, porque el amor no existe. No tiene sentido buscar algo que no existe. Esa es la razón por la que estoy llorando.
Como la comprendía muy bien, la abrazó y le dijo:
-Tiene razón, el amor no existe. Buscamos el amor, abrimos nuestro corazón, nos volvemos vulnerables y lo único que encontramos es egoísmo. Y, aunque creamos que no nos dolerá, nos duele. No importa cuántas relaciones iniciemos; siempre ocurre lo mismo. Entonces ¿para qué seguir buscando el amor?
Se parecían tanto que pronto trabaron una gran amistad, la mejor que habían tenido jamás. Era una relación maravillosa. Se respetaban mutuamente y nunca se humillaban el uno al otro. Cada paso que daban juntos les llenaba de felicidad. Entre ellos no había ni envidia ni celos, no se controlaban el uno al otro y tampoco se sentían poseedores el uno del otro. La relación continuó creciendo más y más. Les encantaba estar juntos porque, en esos momentos, se divertían mucho. Además, siempre que estaban separados se echaban de menos.

Un día él, durante un viaje que lo había llevado fuera de la ciudad, tuvo una idea verdaderamente extraña. Pensó: «Mmm, tal vez lo que siento por ella es amor. Pero esto resulta muy distinto de todo lo que he sentido anteriormente. No es lo que los poetas dicen que es, no es lo que la religión dice que es, porque yo no soy responsable de ella. No tomo nada de ella; no siento la necesidad de que ella cuide de mí; no necesito echarle la culpa de mis problemas ni echarle encima mis desdichas. Juntos es cuando mejor lo pasamos; disfrutamos el uno del otro. Respeto su forma de pensar, sus sentimientos. Ella no hace que me sienta avergonzado; no me molesta en absoluto. No me siento celoso cuando está con otras personas; no siento envidia de sus éxitos. Tal vez el amor sí existe, pero no es lo que todo el mundo piensa que es».



A duras penas pudo esperar a volver a casa para hablarle de su extraña idea. Tan pronto empezó a explicársela, ella le dijo: «Sé exactamente lo que me quieres decir. Hace tiempo que vengo pensando lo mismo, pero no quise compartirlo contigo porque sé que no crees en el amor. Quizás el amor sí que existe, pero no es lo que creíamos que era». Decidieron convertirse en amantes y vivir juntos, e increíblemente, las cosas no cambiaron entre ellos. Continuaron respetándose el uno al otro, apoyándose, y el amor siguió creciendo cada vez más. Eran tan felices que incluso las cosas más sencillas les provocaban un canto de amor en su corazón.


El amor que sentía él llenaba de tal modo su corazón que, una noche, le ocurrió un gran milagro. Estaba mirando las estrellas y descubrió, entre ellas, la más bella de todas; su amor era tan grande que la estrella empezó a descender del cielo, y al cabo de poco tiempo, la tuvo en sus manos. Después sucedió otro milagro, y entonces, su alma se fundió con aquella estrella. Se sintió tan inmensamente feliz que apenas fue capaz de esperar para correr hacia la mujer y depositarle la estrella en sus manos, como una prueba del amor que sentía por ella. Pero en el mismo momento en el que le puso la estrella en sus manos, ella sintió una duda: pensó que ese amor resultaba arrollador, y en ese instante, la estrella se le cayó de las manos y se rompió en un millón de pequeños fragmentos.




Ahora, un hombre viejo anda por el mundo jurando que no existe el amor, y una hermosa mujer mayor espera a un hombre en su hogar, derramando lágrimas por un paraíso que una vez tuvo en sus manos pero que, por un momento de duda, perdió.

 Esta es la historia del hombre que no creía en el amor.

¿Quién de los dos cometió el error? ¿Sabes qué es lo que no funcionó? El que cometió el error fue él al pensar que podía darle su felicidad a la mujer.

La estrella era su felicidad y su error fue poner su felicidad en las manos de ella.
La felicidad nunca proviene del exterior. 
Él era feliz por el amor que emanaba de su interior; ella era feliz por el amor que emanaba de sí misma. Pero, tan pronto como él la hizo responsable de su felicidad, ella rompió la estrella porque no podía responsabilizarse de la felicidad de él.

No importa cuánto amase la mujer al hombre, nunca hubiera podido hacerle feliz porque nunca hubiese podido saber qué es lo que él quería. Nunca hubiera podido conocer cuáles eran sus expectativas porque no podía conocer sus sueños.


Si tomas tu felicidad y la pones en manos de alguien, más tarde o más temprano, la romperá. Si le das tu felicidad a otra persona, siempre podrá llevársela con ella. Y como la felicidad sólo puede provenir de tu interior y es resultado de tu amor, sólo tú eres responsable de tu propia felicidad. 

Jamás podemos responsabilizar a otra persona de nuestra propia felicidad, aunque cuando acudimos a la iglesia para casarnos, lo primero que hacemos es intercambiar los anillos. Colocamos la estrella en manos de la otra persona con la esperanza de que nos haga felices y de que nosotros la haremos feliz a ella. 

No importa cuánto ames a alguien, nunca serás lo que esa persona quiere que seas.

Ese es el error que la mayoría de nosotros cometemos nada más empezar. Asentamos nuestra felicidad en nuestra pareja y no es así como funciona. 

Hacemos todas esas promesas que somos incapaces de cumplir, y entonces, nos preparamos para fallar. 

“La maestría del amor”

Dr. Miguel Ruiz 

Mil GRACIAS por leer
:)

sábado, 18 de enero de 2014

Todos tenemos un@!



Leí hace algo más de 4 años el libro "El secreto" y de todo lo que habla, para mí, el secreto de "El Secreto", es el AGRADECIMIENTO.  Desde entonces, practico el estar y sentirme agradecida a diario.

Después de leer el libro, incrédula yo, estuve un tiempo que agradecía un poco al tún-tún y encima, me atrevía a retar al Universo para ver si  funcionaba de verdad.

Busqué 5 motivos por los que era feliz, los memorizé y día tras día y de forma automática, me lo repetía a mí misma. Lo que al principio era una cantinela, ahora es algo totalmente distinto: Ahora lo siento de verdad. Ahora no salgo de casa sin antes haber hecho el pequeño ritual de unos minutos repitiendo de forma muy consciente la cantidad de cosas por las que debo dar GRACIAS. Tengo tantos motivos por los que sentirme agradecida...

Y cuando termino este pequeño ejercicio me siento PRIVILEGIADA. ELEGIDA.

Y es que tenemos tanto que agradecer...Tanto...!

Por cada instante de mi vida que me siento feliz, agradezco. Y es en ese momento cuando siento  como si una magia se moviera en mi interior en esa milésima de segundo. Y a ese momento de felicidad, se le llama PRESENCIA. Experimentar ese estado aquí, para mí es la PLENITUD.
Esto es muy emocionante, eh? 

Os invito a probar esta rutina y a que me contéis, si os apetece.


Y después de esta pequeña introducción de cómo empiezo el día,  quiero dedicar un post a esas personas que pasan por nuestras vidas dejando su huella en nuestros corazones para siempre. Sí, ell@s. Ell@s también lo merecen. L@s EX.

Vamos allá: Definición de EX: A parte de lo que ya conocemos como algo que fue y ya no lo es, en latín significa “ fuera de ”. Y me pregunto yo: Qué sentido tiene, juntar EX + MI (= MI EX) ? Es incongruete, no? O dentro o fuera!

Ay, si es que a mí no me gusta  nada el término EX. Ni oírlo, ni decirlo. MI EX. Es que me suena fatal!!

Procuro, cuando estoy con personas desconocidas y me refiero a ellos, usar frases tipo “En mi relación anterior, mi primer novio, salí con un chico…” Algo más neutral; Y si por el contrario son personas cercanas, de mi entorno más habitual, y que además les conocen, al menos de oídas, los nombro directamente. Me gusta! Y además no les hago (como comentaba antes) de mi propiedad. Que son como yo! Individuales y libres!

 Bien! Aclarado esto, a por ello!

Sólo en el camino del autoconocimiento y del viaje interior, he podido comprender lo que antes no entendía ni por asomo.  
Mal de amores me ha hecho falta para pasarme largas temporadas juzgando la forma de ser, los comportamientos, las actitudes... y todo desencadenante del dolor, resentimiento y algunas emociones más que no son del todo negativas mientras albergan en nosotros, hasta que con el tiempo las trascendemos. 

Y un buen día, comprendí que cada uno de esos hombres, hizo las cosas como pudo y supo en cada momento junto a mí. Como yo con ellos. Lo que pasa es que a veces no somos capaces de hacer el ejercicio hacia nosotros mismos y lo que hacen los demás "mal", nos resulta más fácil de identificar, reconocer y etiquetarlo para encasillar.

Llegar a esa comprensión y que todo desapareciera, fue para mí un alivio.
Una GRAN LIBERACIÓN.


Quizás tú estés pensando "¡Pues yo a ése, ni loca le agradezco, después de lo que me ha hecho! 
 O " De esa, ni acordarme, acabamos fatal! "

Mirad, creo que no se puede vivir, sentir una vida plena y con la consciencia tranquila sin antes haber dejado atrás el dolor, el resentimiento y los enfados (que esto daría para otro post).

Muchísimas personas no logran amar a alguien nuevo después de un palo amoroso; Solemos estar en el miedo casi siempre inconsciente por el daño que nos causó una relación anterior, y aunque la herida superficialmente esté cerrada y la situación conscientemente superada, quedan restos; Memorias que nos impiden perdonar en lo más profundo de nosotros y mucho menos nos da la capacidad de sentir el dar las GRACIAS. No es nada fácil el camino. Pero se logra, se llega, porque es una decisión. Una decisión de valentía. Un ejercicio de mirar hacia adentro y bucear muchos metros para desenterrar el tesoro bajo los kilos arena.

Si no nos descargamos de eso y nos curamos, el nuevo tiene todos los número para pagar el pato. Cómo va así a tener éxito una nueva pareja? No va a haber entrega absoluta. No va a ser incondicional. Habrá límites! No va a funcionar!

Agradecer de corazón a quien que formó parte de nuestra vida, es ayudar enormemente a deshacer el lazo.  Ayuda a coger fuerza para sentir que es hora de pasar página. Y sólo así podremos seguir escribiendo en nuestro cuaderno de vida lo nuevo y todo lo bueno que está por llegar.


QUIZÁS OS PREGUNTÉIS, ¿CÓMO ?

Mirad, hoy en día hay muchas técnicas alternativas y espirituales de sanación para poder solucionar estos asuntos, que tantos conceptos implican (como el perdón, la aceptación...) y con la información que nos facilitan desde el exterior algunos terapeutas de nosotros, nos puede ayudar a saber qué heridas se enconden y hacerlas desaparecer; pueden ser de vidas pasadas, de esta, cuentas pendientes de nuestro amigo Karma... Decenas de circunstancias, que siempre coinciden en los mismo. Es posible que en un momento dado, no sepamos por donde empezar ni a quién acudir. Es más, quizás ni siquiera creáis en esto, o no os sintáis con fuerzas ni tengáis posibilidades de hacerlo. No pasa nada! Os quiero contar algo que me funcionó muy bien sin haberme metido aún de lleno en el camino, es decir, es algo que espontáneamente, sentí hacer.


Aún estando en ese fondo que ya muchos conocéis, sacando lo peor de mí misma y el casi año y un poquito más que necesité para curar bien todo el dolor, enfado, los reproches, las quejas y los juicios por cómo habían ido las cosas (a mi manera de ver), quise transmitir a la otra parte la GRATITUD  que siempre he sentido por todo lo vivido hasta entonces. Y qué, si ha habido alguien que ha sido de lo mejor de mi vida durante muchos años?

Ya con algo más de calma hice una carta. Bueno, la verdad es que hice varias, como 3 si no recuerdo mal y en diferentes momentos. Me iba de casa por un tiempo transitorio y la primera, la dejé encima de la mesa del comedor minutos antes de irme. La segunda, la dejé en mi propio buzón a las 2 o 3 semanas de estar fuera y la tercera se la dejé después de muchos meses mezclada entre las últimas cosas que quedaban por casa.

Algo más de un año después, hubo un primer encuentro y a pesar de ir cagadita de miedo, por mi reacción y el volver atrás en cuanto a los sentimientos y fortaleza, cogí el valor de repetir una vez más todo lo que necesitaba que escuchara y decirselo mirándole a los ojos. Era una apertura total hacia lo que había vivido y mi más sincera opinión. Fuí capaz de soltarlo de una manera tranquila y con más comprensión y compasión. Fue genial.

No lo sé, creo que el límite para expresar lo que sentimos no es algo estipulado ni estándar y deberíamos tomar valor y expresar lo que necesitemos y las veces que nos sean necesarias, todo lo que llevemos en nuestro interior sin cuestionarnos a nosotros ni pensar en qué puede o no pensar o dejar de pensar el otro. Expresar también nos libera. Libera a todos.
En esto, una sola nota sería suficiente si somos capaces de agradecer todo lo compartido.

Es algo realmente bonito, creédme.

En esas cartas, le agradecí todo el tiempo que estuvimos juntos, con detalle describí las situaciones que pasamos, los buenos momentos, los duros... y todo lo que se me pasaba por la cabeza en ese instante. Fue muy positivo reconocerle que junto a él he aprendido muchísimo y he crecido. Creédme que a la otra parte también le toca la fibra y la energía con la que hacemos las cosas, también hace que la PAZ en nosotros llegue al otro corazón. Hizo que no se sienta culpable de algún modo y pude ayudar a quitarle peso a lo sucedido. Es liberador. El amor que hubo en su momento merece todo el RESPETO y eso, que es lo más Sagrado, puede con todo lo demás.

Aunque mis rupturas no hayan sido deseadas, creo que la actitud frente a la nueva situación es fundamental.



Respetémonos siempre a nosotros mismos las emociones del momento, no forcemos nada si no lo sentimos. 

Dar las GRACIAS al otro desde el corazón, hace que todo quede saldado y te puedas sentir mucho mejor. Nos están liberando de algo que no funciona y ahora ALAS NUEVAS para entregarnos incondicionalmente y una vez más a quien lo merezca y potencie nuestra felicidad.

De verdad..., si alguna circunstancia os impide mandarle una carta a la persona, podéis probar al menos, a redactarla dando GRACIAS a la vida (o a lo que creáis) por haber puesto a esa persona en vuestro camino.

Y cómo no, todo esto nos fortalece y nos permite dar los pasos más rápidos y grandes hacia ese libro que tantas páginas le quedan por escribir!!

¿Qué, le echáis coraje y escribís a vuestr@s EX ?? 

Os dejo esta bonita canción de Adele. Me quedo con una frase que dice: "I wish nothing but the best for you" (No deseo nada, excepto lo mejor para tí).

Ánimo, que todos tenemos a ese alguien especial con quien SÍ funcione.

Mil GRACIAS por leer 
:)


martes, 7 de enero de 2014

Gracias por Elegirme

Gracias por Elegirme" es el título que abre el post de hoy para expresar que cada vez que la miro, intento descifrar su mundo y pienso en lo mucho que significa para mí y me resulta bastante difícil ponerle palabras a tantos y a cada uno de los sentimientos que ha despertado desde que estamos juntas.

Jamás olvidaré el día en que después de un buen madrugón y más de 600 kms te vi por primera vez. De Navalcarnero tengo la imagen grabada, como si acabara de pasar ahora mismo: Tan pequeñita, saliendo del baño detrás de tu madre, que no levantabas más de unos 10 cms del suelo. La barrigota y tus patas anchas te hacían tambalear cuando correteabas por el comedor y te sentabas porque te cansabas...Qué graciosa...!

A los minutos de observarte, te cogí y te miré a los ojos. Tenías unas pestañas largas y blancas que llamaron mucho mi atención y entonces, supe que eras para mí. Un REGALO que Amparo y Javier ponían en mis manos para siempre.




Hoy es el cumple de Bamba (6) y en este mundo, sólo unos pocos pueden imaginar y comprender de lo que hablo.

Se puede encontrar infinita información sobre los beneficios de tener perros en casa y lo terapéutico que puede llegar a ser para las personas cuando un ser así convive en el hogar con los humanos, así que no lo voy a contar; En el post de hoy, quiero dedicarle unas líneas a esta almita juguetona que el Universo a través Kiku y Nika, puso en mi vida para sembrar en mi corazón.

Hay muchas palabras que podrían definir a Bamba y una de ellas, la primera que me viene a la mente  es ALEGRÍA: Entre semana, suelo dar paseos más "lights" por los parques del barrio o por la montaña, que la tengo cerquísima de casa, pero el fin de semana que estoy por aquí, vamos a la playa. Los primeros 10' la llevo atada y va a paso ligero, dándole el aire en la cara y de vez en cuando mira hacia arriba con la boca abierta y parece que emite una sonrisa. Yo creo que lo es!! Se siente muy contenta!! Sólo hay que verla en su lenguaje corporal. Va dando saltitos de alegría. Tiene ganas de que la suelte para dar arranques explosivos unos metros, o ponerse a corretear en círculos por el césped...Ladra y me hace quiebros para no dejarse atrapar.

Cuando salimos a correr por la Carretera de les Aigües, nada más arrancar, se queda algo atrás. Se pone perezosa o no sé muy bien qué quiere decirme y al principio le cuesta coger el ritmo y ponerse detrás de mí, así que opta por sentarse, ladrar, aullar y echa el cuerpo hacia atrás y levanta las patas delanteras...Todo un espectáculo que arma provocando las reacciones de los que andan por ahí cerca. Es gracioso porque la gente se gira riéndose y hacen comentarios. Es que es para verla, hace gracia y a la vez, da hasta penilla y todo...  Pero sólo hay que decirle un "vamos!" y a varios metros de distancia sale corriendo hacia mí. De verdad que es para verla. Tan inocente...

Bamba jamás me ha decepcionado ni se ha decepcionado conmigo (no existe animal capaz de hacerlo). Bamba da lecciones de ACEPTACIÓN.

Jamás juzga. Simplemente me mira. Me deja SER y ella ES. Es TRANSPARENTE, ENTREGADA...

En los ratos más tranquilos, a través de sus gestos y miradas se puede percibir toda su ternura y cariño. Es INCONDICIONAL.

Cuando suspira, sé que se siente a gusto y sabe que está haciendo lo que debe hacer. Lo sabe. Tiene una sabiduría muy antigua, la jodía. 

Si está en su cama, a veces me acerco y acaricio el lomo y la cabeza y a través del tacto de su pelo, siento una PAZ inmensa entrando por mis manos. 

Desde muy pequeña siempre animales en casa: pajaritos, gato, perro, hámsters, tortugas, peces, conejitos...Soy incapaz de vivir sin ellos y poco me importaba lo que fuese con tal de cuidar algún bicho viviente. Sí, tener animales es una responsabilidad, pero siempre lo he hecho con muchísimo gusto y los bichos me han enriquecido tanto la vida y mis valores... 

Todos los animales que pasan por nuestras vidas, dejan su propia huella, pero en el caso de Bamba, es realmente especial; Parece que todo estaba "pensado" para que así fuese. Algunas creencias, así lo pueden afirmar.

Ella me ha hecho mucho más sensible y ser más consciente a otros niveles algo más espirituales, cosa que estoy encantada. Siento un profundo respeto por los seres vivos que alegran nuestro planeta y luchan por la supervivencia cada día en su hábitat, cuando el humano les deja en PAZ. La Ley de la Naturaleza es la mayor lección de vida que nos queda a los humanos por aprender. Los animales son sólo consciencia y nos queda tanto por comprender...

Con el paso del tiempo, esta cosa, ha ayudado a elevar mi autoestima. A veces me escucha cuando le hablo. Digo a veces, porque otras me mira y cuando llevo unas cuantas palabras, me gira la cabeza. Es así de AUTÉNTICA, ella. Y le cuento cosas. A veces le digo "Bamba, te quiero" y me guiña el ojo. Es tan bonita... 

En su mirada hay tanta dulzura, que a veces se me salten las lágrimas. Bamba manda mensajes: Muchas veces me ha hecho saber que está ahí y que no estoy sola, cómo diciendo: "Estoy aquí" y me deshago en darle las GRACIAS y abrazarla...Ella no es consciente o al menos, eso creo...

Viendo "El Mago de Oz"
Es imposible sentir la soledad: Comemos juntas, ella a mi lado. Vemos la tele, escuchamos música, vemos documentales...En el sofá se pone sobre mis piernas y lee conmigo, o mira el portátil como si entendiera lo que hay en la pantalla...

Es muy OBSERVADORA y espera que haga yo el primer movimiento para hacer ella el siguiente. En la cocina, se pone a mis pies y mira hacia arriba observando lo que hago y si por no pisarla o evitarle cualquier otro peligro la echo fuera, espera en la entrada tumbada con la cara en el suelo hasta que yo termine.

En la calle va un poco a su rollo. Bueno, un poco bastante... pero no me pierde de vista y está constantemente controlando por dónde van mis pasos. Se para en una esquina a olfatear, la llamo cómo 3 o 4 veces y me ignora. Luego levanta la cabeza y sale corriendo hasta que pasa por delante de mí y se vuelve a parar.  Y así vamos por la calle, como un juego; Ella corre y se para cuando le da la gana. Los que habéis venido conmigo a pasear, sabéis que es así...Eso sí, jamás entra al paso de peatones. Es más, se para y se sienta. Algo que llama bastante la atención a los transeúntes.

A veces me preguntan si cuando se queda sola ladra o llora. Claro, es una pregunta difícil de contestar, porque no la oigo, pero a juzgar por como está cuando abro la puerta de la cocina cuando llego a casa, no me da la sensación de que se pase la mañana llorando. Más bien parece la molesto, interrumpiéndole su siesta. Me mira, se levanta, se estira y tímidamente viene a saludarme. Esa es una forma y si no, pues se levanta de un bote a recirbirme con alegría como sólo ella sabe hacer. Mueve el rabo y medio cuerpo, ladra, sube las patas y da un par de vueltas sobre ella misma. Siempre con las orejas agachaditas, que es una muestra de alegría sin exagerada excitación. A mí sólo me queda agacharme, tocarla y darle unas palmaditas en la barriguita.

En el coche es la mejor copiloto que puedo llevar. A los minutos de subirnos, se tumba en el suelo y se echa a dormir. A veces se levanta, me mira y apoya su cara entre el asiento del copi y el cambio de marcha. Si os pudiera transmitir a través del post la ternura que dan sus ojos en ese momento...Así se expresa... 


En los días duros de verdad, de esos que todos tenemos,  Bamba me ha obligado a salir a la calle a pasear un rato, cuando sin ella, no lo hubiera hecho en días. Cuando he necesitado consuelo se ha manifestado levantándose de su cama y poniéndose a mi lado sentada mirándome; U otras, pone las patas delanteras sobre el sofá y me hace saber que ella está ahí...Bamba es un SER muy ESPECIAL y su LEALTAD y AMOR INCONDICIONAL son grandes lecciones a aprender para el ser humano.


Igual que me pasa a mí, Bamba también me acompaña a ver a los amigos y todos os mostráis muy contentos de verla. Ella también se pone muy contenta de veros a vosotros y os lo hace saber. Os conoce y también sois parte de su vida. Tiene en algunas casas (ya sabéis cuales) tal confianza, que se permite el lujo de subirse al sofá y ponerse junto al que esté sentado en él. Es y se siente LIBRE.

Yo la abrazo y la beso tanto como puedo y en la medida de lo posible me acompaña a todos sitios. Ha asistido a meditaciones, talleres de ángeles ( http://deangelesydepoesia.blogspot.com.es/ ) a constelaciones familiares... Bamba me acompaña casi siempre. Siempre que puedo la llevo conmigo.

Como todos, tiene su misión en la tierra y algo que ya ha hecho un par de veces, es ayudar a personas que han tenido mucho miedo a los perros, trascenderlo. Iván, un niño de 5 años, se asustó mucho al verla, pero intenté que se ganara la confianza de Bamba jugando con ella y que pudiera ver por él mismo que era inofensiva. Fueron juegos, carreras, risas y nervios lo que provocaron que a las 2h acabaran así: (foto)
Cuando los padres de Iván llegaron a casa a recogerlo, apenas el padre entró por la puerta, Iván le pidió un perrito. El padre y los que estában con él se quedaron mudos. 

Bueno... Yo creo que poco más puedo contar de ella, o quizás muchísimo más, pero ya muchos la conocéis y para mí las palabras a veces sobran. Sólo es necesario sentir.

Es tan bonita...Tanto...!

Querida cosa: No creo que la bilogía y la Naturaleza te den para acompañarme hasta el último día en la Tierra, pero te prometo que yo sí lo haré hasta el final de los tuyos.

Tú me enseñas lo que es el VERDADERO AMOR y como decían "LOS SECRETOS" en uno de sus míticos temas: GRACIAS POR ELEGIRME (letra sin desperdicio, que os invito a leer).






Platja de Llevant, Barcelona

Platja de la Mar Bella, Barcelona